Día de Reyes, un instante lleno de tradición

Por: Caty Guadarrama
La tradición de los Reyes Magos, es una creencia católica, heredada al pueblo mexicano luego de la conquista, los misioneros lo utilizaron por su simbología como un elemento muy poderoso en la evangelización, se encargaron de instaurar en los indígenas conversos las creencias del catolicismo y poco a poco fueron adoptadas a la cosmogonía de los mexicanos.
Sin embargo, es necesario ir más allá de la fiesta y la algarabía para comprender el origen de nuestras tradiciones. En la creencia católica, el 6 de enero se festeja la Epifanía, en griego significa manifestación, es la fiesta de la iluminación o revelación, es una de las celebraciones litúrgicas más antiguas, incluso más antigua que la natividad, en la tradición popular es el día de los Reyes Magos, quienes llegaron de Persia guiados por una estrella hasta Belén, al lugar donde estaban María con su hijo “el niño Jesús”.
Los magos ofrecieron oro, incienso y mirra, sustancias preciosas, la tradición ha querido ver el reconocimiento implícito de la realeza mesiánica de Cristo (oro), de su divinidad (incienso) y de su humanidad en el presagio de su sufrimiento (mirra), los obsequios que se cree otorgaron al niño Dios.
A Melchor, Gaspar y Baltasar (nombres que les ha atribuido la leyenda), se les considera por ser el triple el don presentado, según el texto evangélico, se les llama adecuadamente como peregrinos de la estrella. Los orientales llamaban magos a sus doctores; en lengua persa, mago significa “sacerdote”, seguidor de la antigua religión de Zoroastro.

Foto: Pakito Doble Sierra
Actualmente se mantiene la tradición fantástica de los tres nobles personajes con sus ropajes singulares, el evangelio de Mateo es el único que habla de ellos en 12 versículos. En Belén no hay vestigios arqueológicos del episodio de los Reyes Magos, y en Tierra Santa no han dejado ni una huella de su llegada, solo el estudio de los testimonios artísticos a través de los siglos, permite acercarnos a una realidad, histórica, simbólica y religiosa del misterio de estos personajes.
La representación de los Reyes Magos como poderosos por su categoría de reyes, y magos por su sabiduría, es tan fuerte que su dominio absoluto se inclina ante la miseria, clave profunda del éxito del cristianismo, que desde sus raíces, tiene su lógica en el poder y la sabiduría en la que se basaba el mundo antiguo y que pervive hasta nuestros días.
Hoy, su simbolismo nos transporta a la infancia, como personas vinculadas a una tradición, es imposible negarla. En México es un evento muy esperado por los más pequeños, pues la costumbre trae consigo obsequios impregnados de nobleza que llenan de infinita alegría los deseos de los niños. Es una espera emocionante, mágica e inocente, desde dejar los zapatos junto al pino navideño o afuera de los cuartos, o lanzar hacia el Universo un globo con una carta dirigida a ellos, a los Reyes Magos, esos seres que le dan valor a los anhelos más profundos de los soñadores incansables.
Un momento muy arraigado en el Día de Reyes en la Ciudad, es tomarse la foto con los ellos, casi siempre en familia, hay varios sitios donde se encuentran stands bellamente decorados para la ocasión, como en las plazas delegacionales y ferias donde también se degustan los tradicionales tamales, buñuelos, pan de fiesta, atole, ponche, churros y chocolate.
La convivencia de abuelos, padres e hijos, es el medio de transmitir nuestras tradiciones, y sin importar qué tanto haya que adaptarse a los tiempos modernos, la esencia de la familia las hace coexistir en el tiempo.

Foto: Silvia Ortiz